Davos o la naturaleza del dinero

Por Jueves, enero 29, 2015 0 Permalink 0

Esta mañana he leído una frase que, no por sabida, me deja indiferente, incluso un tanto melancólico: “El dinero no existe en la naturaleza”. Es verdad, hay plantas y mares y pájaros y mamíferos y átomos y muchas otras realidades, pero en la madre naturaleza el dinero no se encuentra. Nosotros lo inventamos. Y, como diría Jules Renard, por fin sé qué es lo que distingue al hombre de las demás bestias: las preocupaciones financieras.

Pero no todos los hombres están preocupados por esto. Por ejemplo, oigo también hoy en la radio que en Davos, donde ahora se reúnen los que más saben de dinero, la moneda ya no importa, sino que lo que preocupa es la geopolítica.

Yo no entiendo mucho de geopolítica. Sólo he leído también hoy que en Sardis, hace ya mucho tiempo, apareció el primer mercado al por menor. Y con él, los primeros burdeles y también las apuestas.
El dinero, sí, no existe en la naturaleza, pero es mágico. Por algo la obsidiana es el registro arqueológico más antiguo con el que comerció el hombre, maravillado de su transparencia, sus reflejos y sus propiedades cortantes.

Este invento nuestro tan antiguo ha superado al trueque, ha convertido un quehacer doméstico en mercancía, ha cambiado el valor de ese trabajo, el valor del tiempo, ha generado ideas, ha provocado revoluciones, ha modificado las relaciones interpersonales y las relaciones tradicionales de la familia. Con dinero se apañan bodas y se compran esclavos, también niños, se pagan sicarios y se compran armas, se organizan cacerías furtivas y se montan depósitos de desechos inclasificables, se corrompe a políticos y se financia a ONGs, y se crean campañas de publicidad tan estimulantes que parecen verdad…

Es extraordinario, realmente, todo lo que es capaz de hacer el dinero. Además es a la vez aldeano y global, justo e injusto, generoso y miserable, populista y neoliberal, blanco y negro… Y podrá explorar perfectamente muchos más territorios físicos y mentales que desconocemos.

En Davos saben todo esto. Por eso se reúnen cada año para decirnos que no preocupa el dinero. Que lo que preocupa hoy es la geopolítica.
Pero ya digo que yo de esto no entiendo.

 

M.R.Tornadijo

 

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