Dalí falleció el 23 de enero de 1989 en el hospital de Figueras, seis años después que lo hiciera su esposa, Gala. En el aniversario de su muerte queremos rendirle nuestro pequeño tributo con “Dalí corpore bis sepulto” porque, el amor que separó la realidad siempre estará unido en la literatura.

El entonces alcalde de Figueres, Marià Lorca, manifestó que Dalí le había comunicado en sus últimos días su deseo de ser enterrado en el Teatro-Museo Dalí, inaugurado en 1974 y que había sido concebido y diseñado por él.

Pero no era así, Dalí, en vida, había trasladado a sus allegados el deseo de permanecer junto a su esposa y musa Gala en el castillo de Púbol, donde había construido dos tumbas contiguas para que ambos descansaran en paz juntos.
Por esto, M.R.Tornadijo publicó una Carta al Director en varios diarios contra el entierro de Dalí lejos de su Gala. Y fue gracias a ella, por la que un grupo de diez personas se reunieron en el café Zurich para urdir un plan con el fin de recuperar el cuerpo del artista y llevarlo al lugar en el que creían que debía permanecer.

Todo lo que sucedió a partir de entonces, lo cuenta en su novela “Dalí corpore bis sepulto”.

Como dijo Dalí: «Declaro la independencia de la imaginación y el derecho del hombre a su propia locura». Así que, tu imaginación te dirá dónde está enterrado Dalí, si en Figueres –como dice la versión oficial- o en Púbol, donde un grupo de diez neo-románticos quisieron expiar las culpas de un alcalde conseguidor que traicionó y conspiró contra el elemento más puro de la vida: el amor.